FOR IMMEDIATE RELEASE (Español abajo)
During today’s adoption of the outcome of Panama’s third Universal Periodic Review (UPR), Indigenous Ngäbe leader Feliciano Santos addressed the United Nations Human Rights Council about the need for Panama to redouble its efforts to meet its international obligations regarding the rights of Indigenous peoples.
Mr. Santos represents Indigenous Ngäbe and Buglé communities as Coordinator of the Movement for the Defense of the Territories and Ecosystems of Bocas del Toro (MODETEAB). In his declaration to the Human Rights Council, he underscored that Indigenous communities continue to be oppressed in order to allow energy, mining, and tourism-related projects to go ahead despite their negative impacts on Indigenous rights and lands. Santos expressed specific concern about plans to construct the country’s Fourth Electrical Transmission Line through Indigenous territories, warning that this could result in Indigenous communities being dispossessed of their ancestral lands and severed from the natural environment that sustains their traditional ways of life.
Following his intervention at the Human Rights Council, Feliciano Santos, Coordinator of MODETEAB, made the following statement:
Today, our Indigenous communities in Panama face a critical moment: We are deeply concerned for the health and well-being of our peoples in the context of the COVID-19 pandemic, and at the same time, projects like the Fourth Transmission Line remain on the table, posing real threats to our lands, cultural identity, and traditional way of life. Even though we have spent years voicing our concerns about the Fourth Line, we have not received clear answers about the project, let alone been given a genuine opportunity to provide or withhold our free, prior, and informed consent. This prolonged uncertainty is doubly problematic now in context of the pandemic. We call on the Panamanian government to change course and to help us reduce—rather than exacerbate—the risks and challenges facing our Indigenous communities.
Sarah Dorman, an Attorney with the Center for International Environmental Law (CIEL), added the following statement:
It is unfortunate that during its third UPR, Panama has left out any commitment to ratify ILO Convention 169 on Indigenous and Tribal Peoples, which would grant Indigenous peoples much-needed legal protection and defense. This comes precisely in a context where the Panamanian state has repeatedly failed to protect Indigenous peoples’ rights, including the right to free, prior, and informed consent. While we note Panama’s commitments to improving the participation and prior consultation of Indigenous peoples in decision-making processes, we emphasize that international standards require that Panama go further, ensuring Indigenous peoples’ self-determination and effective decisions when their communities, lands, territories, or resources are affected.
We urge Panama to seize the historic opportunity represented by this UPR to take the concrete steps to translate its international commitments and obligations into a lived reality for all Indigenous communities in Panama.
Note to editors:
The Universal Periodic Review (UPR) is the process by which the UN Human Rights Council reviews the situation of human rights in all UN Member States. Panama’s third UPR took place on November 3, 2020, and the UN Human Rights Council adopted the outcome of the Review on March 16, 2021. Ahead of this international review, Indigenous Ngäbe, Buglé, and Campesino communities that would be affected by Panama’s Fourth Transmission Line submitted information regarding the impacts of this project on their rights to the UN Office of the High Commissioner for Human Rights (OHCHR); this submission was directly referenced in a report that the OHCHR presented to the UN Human Rights Council as part of Panama’s UPR.
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En declaración ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, líder Ngäbe dirige la atención sobre los derechos de los pueblos indígenas en Panamá — Declaraciones
PARA DISTRIBUCIÓN INMEDIATA
16 de marzo de 2021
El día de hoy, durante la adopción del resultado del tercer Examen Periódico Universal (EPU) de Panamá, el líder indígena Ngäbe, Feliciano Santos, se dirigió al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, enfatizando la necesidad de que Panamá redoble sus esfuerzos para cumplir con sus obligaciones internacionales con respecto a los derechos de los pueblos indígenas.
El Sr. Santos representa a comunidades indígenas Ngäbe y Buglé en su rol de Coordinador del Movimiento por la Defensa de los Territorios y Ecosistemas de Bocas del Toro (MODETEAB). Mediante su declaración al Consejo de Derechos Humanos, subrayó que las comunidades indígenas continúan sometidas frente a proyectos energéticos, mineros y de turismo, a pesar de sus impactos negativos en los derechos de los pueblos indígenas y sus tierras. En específico, Santos expresó su preocupación ante los planes para construir la Cuarta Línea de Transmisión Eléctrica a través de tierras indígenas, advirtiendo que esto podría despojar a las comunidades de sus territorios ancestrales, separándolas del entorno natural que sustenta sus formas de vida tradicionales.
Tras su intervención ante el Consejo de Derechos Humanos, Feliciano Santos, Coordinador de MODETEAB, declaró:
Hoy, nuestras comunidades indígenas en Panamá enfrentan un momento crítico, estamos profundamente preocupados por la salud y el bienestar de nuestros pueblos en el contexto de la pandemia del COVID-19, y al mismo tiempo proyectos como la Cuarta Línea de Transmisión siguen en pie, planteando amenazas reales a nuestras tierras, identidad cultural y forma de vida tradicional. Aunque llevamos años expresando nuestras preocupaciones sobre la Cuarta Línea, no hemos recibido respuestas claras sobre el proyecto, y mucho menos se nos ha brindado una oportunidad genuina para dar o negar nuestro consentimiento previo, libre e informado. Esta incertidumbre prolongada es doblemente problemática ahora en el contexto de la pandemia. Hacemos un llamado al gobierno panameño para que cambie de rumbo y nos ayude a reducir —en vez de exacerbar— los riesgos y desafíos que enfrentan nuestras comunidades indígenas.
Sarah Dorman, abogada con el Centro para el Derecho Ambiental Internacional, por su parte, declaró:
Es lamentable que durante su tercer EPU, Panamá haya dejado fuera cualquier compromiso de ratificar el Convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales, el cual concedería una protección y defensa jurídica indispensable a los pueblos indígenas. Esto precisamente en vista de las reiteradas fallas del Estado Panameño en defensa de los derechos de los pueblos indígenas, incluido el derecho al consentimiento previo, libre e informado. Si bien tomamos nota de los compromisos de Panamá para mejorar la participación y la consulta previa de los pueblos indígenas en los procesos de toma de decisiones, enfatizamos que los estándares internacionales requieren que Panamá vaya más allá, para lograr garantizar la autodeterminación y decisión efectiva de los pueblos indígenas cuando sus comunidades, tierras, territorios o recursos se vean afectados.
Instamos a que Panamá aproveche la oportunidad histórica de este EPU para dar pasos concretos que traduzcan sus compromisos y obligaciones internacionales en una realidad para todas las comunidades indígenas en Panamá.
Nota para editores:
El Examen Periódico Universal (EPU) es el proceso mediante el cual el Consejo de Derechos Humanos de la ONU revisa la situación de los derechos humanos en todos los Estados Miembros de la ONU. Se llevó a cabo el tercer EPU de Panamá el día 3 de noviembre de 2020, y el Consejo de Derechos Humanos adoptó el resultado de este Examen el día 16 de marzo de 2021. Antes de esta revisión internacional, las comunidades de los pueblos indígenas Ngäbe, Buglé y Campesinos que serían afectadas por la Cuarta Línea de Transmisión de Panamá presentaron información a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) sobre los impactos del proyecto en sus derechos, este insumo fue referenciado directamente en un informe que el ACNUDH presentó al Consejo de Derechos Humanos de la ONU como parte del EPU de Panamá.
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