FOR IMMEDIATE RELEASE (español abajo)
August 9, 2019
Panama City/Washington, DC — On International Day of the World’s Indigenous Peoples, a coalition of Panamanian indigenous organizations and international allies presented a submission to the United Nations (UN) and the Inter-American Commission on Human Rights (IACHR) about the risks various indigenous communities are facing as a result of a planned transmission line.
Cutting through the ancestral lands of these communities, the electric transmission line would threaten not just one of the last intact tropical rainforests in Panama, but also the economic, social, and cultural survival of the indigenous peoples living in the affected area. Through this submission, the signatory organizations denounce before the international community the environmental and social damage that the project would cause. Further, they denounce the ways in which the project has violated the right of indigenous communities to be consulted before projects of this magnitude are approved.
“Having been excluded from a process of effective consultation, our community objects to the project, especially in light of the grave and irreversible impacts it will have for our communities,” said Feliciano Santos, Coordinator of the Movement for the Defense of the Territories and Ecosystems of Bocas del Toro (MODETEAB). “For us, this project represents much more than a simple incursion into our territories, because if we lose access to our lands, we will be at risk of losing our homes and ways of life, in addition to our cultural values, ethnic identity, and traditions forged in our ancestral territories.”
As the submission explains, ETESA — Panama’s state-owned Electric Transmission Company — has pushed forward the Transmission Line IV project without adequately consulting the affected indigenous communities. This violates their right to consultation and free, prior, and informed consent, which is protected under the United Nations Declaration on the Rights of Indigenous Peoples as well as numerous human rights instruments.
In addition, it is expected that the project will pave the way for new development projects, including a coastal highway, massive mining projects, and real estate speculation, which would lead to dispossession of land, the destruction of traditional ways of life, and the deforestation and pollution of the affected areas. In spite of these foreseen risks, the State of Panama has refused to adopt adequate measures to protect the economic and cultural rights of these communities, in addition to their rights to land and to live in a healthy environment.
For this reason, the signatory organizations decided to communicate their concerns to the Special Rapporteurs of the UN and the IACHR, requesting that they investigate, evaluate, and monitor the situation and that they urge the State of Panama to take immediate preventative measures to suspend the planning and construction of the transmission line until the affected communities’ concerns have been fully addressed.
“The international community should take note that this situation is indicative of a pattern of projects illegitimately imposed by the Panamanian authorities within indigenous peoples’ territories,” said Sarah Dorman of the People, Land, and Resources Program at the Center for International Environmental Law (CIEL). “The Panamanian State must fully comply with its international obligations, including the duty to respect indigenous peoples’ right to prior consultation and consent, as well as the duty to protect the rights of indigenous peoples to conserve their territories and natural resources, to enjoy their own means of subsistence, and to maintain their distinctive spiritual and cultural relationship with their lands.”
Contact:
- Feliciano Santos, Coordinador del Movimiento por la Defensa de los Territorios y Ecosistemas de Bocas del Toro (MODETEAB), modeteab.bocas@gmail.com, +507 6656-1696 (Spanish only)
- Sarah Dorman, Programa de Pueblos, Tierra y Recursos en el Centro para el Derecho Ambiental Internacional (CIEL), sdorman@ciel.org, +1 202-742-5854
Note for editors:
The communication was addressed to the Special Rapporteur of the UN on the rights of indigenous peoples, Victoria Tauli Corpuz; to the Special Rapporteur of the UN on human rights and the environment, David Boyd; to the UN Special Rapporteur in the field of cultural rights, Karima Bennoune; to the Rapporteur on the Rights of Indigenous Peoples of the IACHR, Antonia Urrejola Noguera; to the Special Rapporteur on Economic, Social, Cultural, and Environmental Rights of the IACHR, Soledad García Muñoz; and to the Rapporteur for Panama of the IACHR, Flávia Piovesan.
Organizaciones indígenas panameñas exigen investigación internacional sobre las violaciones de derechos causadas por línea de transmisión en Panamá
PARA PUBLICACIÓN INMEDIATA
9 de agosto de 2019
Ciudad de Panamá/Washington, DC — Con ocasión del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, una coalición de organizaciones indígenas panameñas e internacionales presentó un comunicado a las Naciones Unidas (ONU) y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre los riesgos que enfrentan varias comunidades indígenas a consecuencia de una línea de transmisión proyectada.
Al atravesar las tierras ancestrales de dichas comunidades, la línea de transmisión eléctrica amenazaría no solamente a una de las últimas selvas tropicales intactas de Panamá, sino también a la supervivencia económica, social y cultural de los pueblos indígenas que viven en la zona afectada. A través de este comunicado, las organizaciones firmantes denuncian ante la comunidad internacional los daños ambientales y sociales que pudiera ocasionar el proyecto. Además, denuncian las formas en que se ha vulnerado el derecho de los pueblos indígenas a ser consultados antes de que se aprueben proyectos de esta magnitud.
“Al haber sido excluido de un proceso de consultas efectivas, nuestro pueblo está inconforme con el proyecto, especialmente en vista de los graves e irreversibles impactos que tendrá para nuestras comunidades,” dijo Feliciano Santos, Coordinador del Movimiento por la Defensa de los Territorios y Ecosistemas de Bocas del Toro (MODETEAB). “Para nosotros este proyecto representa mucho más que una simple incursión en nuestros territorios, ya que si perdemos el acceso a nuestras tierras, estaremos en riesgo de perder nuestros hogares y forma de vida, además de nuestros valores culturales, identidad étnica y tradiciones forjadas en nuestros territorios ancestrales.”
Como se informa en el comunicado, ETESA – la Empresa de Transmisión Eléctrica del Estado Panameño – ha impulsado el proyecto de la Línea de Transmisión Cuatro sin consultar debidamente con las comunidades indígenas afectadas. Esto vulnera su derecho a la consulta y el consentimiento previo, libre e informado, el cual está protegido por la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas así como numerosos instrumentos de derechos humanos.
Además, se prevé que el proyecto traería consigo nuevos proyectos de desarrollo, incluso una carretera costera, proyectos mineros masivos, y la especulación inmobiliaria, los cuales conducirían al despojo de tierra, la destrucción de medios de vida tradicionales, y la deforestación y contaminación de las áreas afectadas. A pesar de estos riesgos previstos, el Estado de Panamá se ha negado a adoptar medidas adecuadas para proteger los derechos económicos y culturales de estos pueblos, además de sus derechos a la tierra y a vivir en un ambiente sano.
Por esta razón las organizaciones firmantes decidieron comunicar sus preocupaciones a las y los Relatores Especiales de la ONU y de la CIDH, solicitando que se investigue, evalúe, y monitoree esta situación, además de urgir al Estado de Panamá a tomar medidas preventivas inmediatas para suspender la planeación y construcción de la línea de transmisión hasta que las preocupaciones de las comunidades afectadas se hayan abordado de manera completa.
“Deberá tomar nota la comunidad internacional de que esta situación muestra un patrón de imposición ilegítima de proyectos en los territorios de los pueblos indígenas por parte de las autoridades panameñas,” dijo Sarah Dorman del Programa de Pueblos, Tierra y Recursos en el Centro para el Derecho Ambiental Internacional (CIEL). “El Estado de Panamá debe cumplir plenamente con sus obligaciones internacionales, incluso la obligación de respetar el derecho de los pueblos indígenas a la consulta y al consentimiento previo, así como el deber de proteger los derechos de dichos pueblos a conservar sus territorios y recursos naturales, a disfrutar de sus propios medios de subsistencia y a mantener su propia relación espiritual y cultural con sus tierras.”
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Contacto:
- Feliciano Santos, Coordinador del Movimiento por la Defensa de los Territorios y Ecosistemas de Bocas del Toro (MODETEAB), modeteab.bocas@gmail.com, +507 6656-1696
- Sarah Dorman, Programa de Pueblos, Tierra y Recursos en el Centro para el Derecho Ambiental Internacional (CIEL), sdorman@ciel.org, +1 202-742-5854
Nota para editores:
El comunicado se dirige a la Relatora Especial de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas, Victoria Tauli Corpuz; al Relator Especial de la ONU sobre los derechos humanos y el medio ambiente, David Boyd; a la Relatora Especial de la ONU en la esfera de los derechos culturales, Karima Bennoune; a la Relatora de la CIDH sobre los derechos de los pueblos indígenas, Antonia Urrejola Noguera; a la Relatora Especial de la CIDH sobre los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, Soledad García Muñoz; y a la Relatora de la CIDH para Panamá, Flávia Piovesan.